jueves, 12 de septiembre de 2013

EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL: ¿De qué se trata?

En Octubre del año 2006 se sanciona la Ley Nacional 26.150 por la cual se crea el Programa de Educación Sexual Integral. Esta Ley viene a plantear la implementación de la Educación Sexual Integral en todos los establecimientos educativos del país, de gestión estatal y privada, en todos los niveles del sistema educativo, desde el nivel inicial hasta la educación superior inclusive. Para ello, desde Nación se diseñaron los contenidos curriculares básicos para cada ciclo y nivel del sistema educativo y nuestra provincia realizó una adaptación que va indicando cuáles son los contenidos concretos que se deben ir trabajando en cada etapa. Luego, cada institución educativa define de qué modo va a aplicar este programa, de acuerdo a su proyecto educativo institucional: de manera transversal, por proyectos específicos o en un espacio de definición institucional. Pero lo que no puede es resignar el derecho de los alumnos y esto está planteado en el primer artículo de la ley cuando expresa “todos los educandos tienen el derecho de recibir educación sexual integral…”  siempre en el marco del respeto, el cuidado del propio cuerpo y la salud.
El enfoque “INTEGRAL”, es lo que marca una de las particularidades del enfoque de la Ley, superando el reduccionismo de la visión Biologista y Médica que se le dio a la enseñanza de la sexualidad en la escuela, asociando SEXUALIDAD A SEXO Y GENITALIDAD. A partir de la ley 26.150, al hablar de integralidad se hace referencia a que la Sexualidad es una construcción compleja que abarca diferentes dimensiones del ser humano: biológica, psicológica, afectiva, socio-histórica, cultural, ética y espiritual. Como podemos observar, ya no se la enfoca sólo desde lo biológico sino desde un paradigma que considera al ser humano en toda su complejidad, donde lo biológico es importante, pero no lo único.
¿Por qué resulta tan difícil instalar definitivamente esta temática en las escuelas? Porque la sexualidad es un tema que genera varias cuestiones. Enseñar educación sexual implica a la subjetividad de las personas, no es como enseñar matemáticas o lengua, moviliza aspectos personales y por eso cuesta. Hay que revisar lo propio, lo personal (las creencias y los prejuicios) para poder adaptarse y acomodarse a la propuesta de la ley.
En este sentido, esta ley constituye un desafío para los educadores, porque ellos no han sido formados para llevar a cabo esta tarea, por lo menos no lo han sido desde esta mirada Integral y es aquí donde reside el gran problema. La Ley expresa la intención de difundir conocimientos precisos, confiables, actualizados y pertinentes. El docente no puede educar desde lo que él cree o siente. Para ello será necesario un importante proceso de formación, ya que lo que hemos aprendido sobre sexualidad, muchas veces está más cargado de mitos, prejuicios, tabúes y falsas creencias que de conocimientos científicamente validados.
¿Existe capacitación para los docentes?
A nivel nacional existe el programa de educación sexual integral y en nuestra provincia, desde el año 2009, se crea el programa ESI (Educación Sexual Integral). A partir de ello se generaron una serie de estrategias de capacitación que tienen que ver con cursos, foros, asesoramiento a las instituciones, talleres, etc. La realidad muestra que, si bien existe este programa, falta mucho por andar, las acciones de capacitación no alcanzan a llegar a todos los docentes e instituciones.
¿Qué lugar tiene la familia en este proceso?
Hay una cuestión, la ley da al estado la responsabilidad de garantizar el derecho a que los alumnos reciban educación sexual integral. La familia no queda fuera de esto, la familia puede participar y debe ser convocada, pero no es condición solicitar la autorización a los padres para brindar educación sexual integral. Ese es un punto muy importante. En la medida que cada escuela tenga un proyecto sólido y en el marco de la ley. No es que cada docente va decidir decir lo que se le ocurra o lo que piensa de acuerdo a su ideología personal. Como funcionarios públicos deben conocer la ley y trabajar con esta mirada integral de la sexualidad. Es importante informar a las familias sobre cuestiones tales como: qué se va a enseñar, de qué modo, desde qué asignaturas, etc. porque de este modo se estarán generando espacios para esclarecer posibles dudas o inquietudes que se  podrían presentar.
Con respecto a la Capacitación para docentes, aprovechamos este medio para informar que, a partir del nuevo Plan de Estudios de las carreras de Educación Primaria y Educación Inicial, en cuarto año se dicta el Seminario de Educación Sexual Integral. Esto significa que todos los docentes que lo deseen, pueden cursarlo en el Instituto Victoria Ocampo en calidad de alumnos regulares especiales, es decir, asisten como alumnos del seminario durante todo el año y al finalizar reciben un certificado que legitima la formación realizada. Esta es una posibilidad cercana para todos aquellos que ya posean su título de  maestros y/o profesores.

Norma Beatriz ViolaProfesora y Licenciada en Psicopedagogía – Postgrados en Educación Sexual Integral. Profesora del Seminario de Educación Sexual Integral.


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